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Y aquí estas acostada de espalda hacia mí. Yo no te pedí que vinieras. ¿Crees que tu cara de sufrida mal pintada me hará cambiar de opinión?

No. Desde ahora te lo advierto.

Levántate y recoge tus cosas; este espacio es mi o y no quiero que lo ensucies con tus pendejadas de siempre, entiende que ya no soy la misma.

¿Qué si hay otra? No, no la hay, pero me gusta la carnicera de la esquina.

Si, si, si esa que huele a muerte todo el tiempo.

No olvides los zapatos que están bajo la cama, no quiero que dejes ningún pretexto por ahí suelto.

¿Qué soy una culera?

Sí, pero luego me agradecerás por haberte sacado así de mi cuarto y de mi vida. No chilles, ya encontraras a alguien más que te comprenda.

¡Ten! llévate la colección de Allen, siempre te gustaron más a ti que a mí, ah también llévate el álbum de fotos que está en el librero, yo me quedare con el que le prestamos a marina.

No, claro que no me gusta marina, pero su prima si me podría gustar.

Ya déjate de mierda, recoge rápido que tengo clase a las cinco.

No olvides dejar las llaves colgadas en la repisa, me voy a bañar.

Mundel