lunes, 25 de octubre de 2010

-RUEGO-

Me tiembla el párpado de presentir tu lágrima
y el beso de recordar tu cielo.
Devuélveme la palabra
que se rasgó en la ausencia.
No le enseñes al día mi amanecer llorando
ni la pupila espesa en que subí a la tarde
donde la flor se ahoga de saberme lejano.
Patria,
¿Qué haces si necesito algún poema
que escriba este dolor tras los recuerdos
y el pecho gris por la nostálgia herida?
Dame la mano para subir a tu ángel.

Puedo morir en cualquier letra del canto
y no volverme a sentir bajo tus alas.
Mañana, en cualquier parte del mundo
me tomarán las huellas digitales
comprobarán de nuevo mi estatura
y creerás que el viento me zurcido la boca.

Dame la mano....Devuélveme la palabra.....
Bien valgo, patria, la verde sonrisa del paisaje
y el cálido beso de mi ausencia retornada.
Concede que al expresar tu nombre,
mis ojos en tu suelo rieguen
acuáticas y mínimas estrellas.
Permite al menos quitarme esta camisa
para que veas más claro entre mi pecho
como guardo tu amor y tu reflejo.

Mauricio de la Selva