Tengo el ánimo decaído.
Siempre jodiendo las cosas
Jodiendome la vida y
Jodiendosela a otros.
Más de veintiuno y aun sigo torcida,
Llendó, viniendo; siempre en el camino.
Con ideales rotos y necesidades absurdas.
Cambio, cambio.
Todos cambian,
menos este cuerpo insípido
y cada vez más amargo.
Siempre de anticipada,
Llena de cursilería y detalles ridículos.
Vaya si sería bueno retroceder
Un día, dos meses, diez años.
Mundel
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